Primera aparición de la Virgen de Umbe, el 25 de marzo de 1941

En el día de la festividad de la Anunciación de Nuestra Señora, el 25 de marzo d 1941, la Virgen de Umbe se le apareció a Felisa Sistiaga, estando en la casa del guardia forestal, su marido, del monte Umbe. Así lo explica Inés Arrieta Sistiaga, hija de la vidente:

Yo estaba en casa (tenía 3 criaturas, Marian de 6 años, Inés de 4 años y José Luis de 7 meses) esperando la llegada de mi marido. Era sobre las doce de la noche. Hice todos los trabajos. Me senté sobre una silla y, como hacía frío, metí los pies en el horno de la cocina económica. Recostada sobre la cocina, quedé pensativa, mirando por la ventana hacia el oscuro exterior.

De pronto, vi un gran resplandor que descendía y se posó al par de la misma. Yo, terriblemente asustada, no sabía ni lo que hacer ni lo qué pensar, me preguntaba toda aterrada, de qué o de donde venía aquella inmensa luz. Inclinada sobre el colgador de la chapa no me atrevía ni siquiera a mirarla. Me fijé, que, descendía un bulto oscuro envuelto en una nube clara. No vi ninguna silueta. Desapareció la luminosidad. Al instante oí unos golpecitos sobre la puerta de la entrada. Corrí a abrir, pensando que llegaría ya mi marido, pero no vi a nadie. Cerré la puerta y volví a sentarme. De nuevo por segunda vez tocaron a la puerta. Volví a abrir pero tampoco vi a nadie. Pensé que a lo mejor él vendría bebido. Cosa que no lo hacía nunca. No viendo a nadie, creció aún más mi sobresalto. Esta vez no cerré la puerta. Yo volví a sentarme frente a la cocina.

Al instante vi en un rincón de la casa (que carecía de departamentos) a la Virgen, vestida de Dolorosa, sobre una silla nuestra, de rodillas y acompañada en ambos lados de candelabros con sus velas. Traía un libro que lo leía. Vestía de negro con una toca que le llegaba a los hombros caía hacia media espalda. Llevaba una tira frontal blanca que impedía verle el pelo. Su cara muy fina, un poco alargada, de facciones perfectas. Tez morena clara, ojos oscuros, no muy grandes, abiertos, de mirada brillante, fija, muy expresiva y sonriente. Nariz recta, muy fina, asi como sus labios muy finos y bien moldeados. Manos finas de unos 18 a 20 años. Llevaba pechera discreta redonda blanca y cuelga dos tiras doradas adosadas al vestido que llegan hasta los pies. Mangas anchas sin dibujo en los rebordes, por debajo de ellas una mangas blancas muy ajustadas a las muñecas. No muy alta. Sus pies desnudos. Yo lloraba y le pedía que me llevase con ella. No habló y se fue. 

Al poco rato llegó mi marido y llorando le dije que no me quedaría más sola. Le conté lo sucedido. Días después oímos unos ruidos muy extraños que se asemejaban a personas revolcándose en la casa. Mientras había luz cesaban, pero en cuanto se apagaba ésta, eran muy espantosas. Estuvimos así un mes, aproximadamente. Hasta que avisamos al cura para que bendijese la casa, entonces ya cesaron y nunca más volvimos a oírlos.

No contamos nada a nadie de la aparición. La Virgen llevaba además el Rosario en la muñeca de color marrón y la corona de estrellas sobre la cabeza de las cuales cuatro de enfrente eran mayores e iguales y las otras ocho menores e iguales, todas muy resplandecientes, inclinada hacia la nuca sobre la toca y es muy reluciente. Las yemas de sus ojos son de un intenso azul celeste. El Rosario marrón de quince misterios.

La corona de doce estrellas parece ser una clara referencia a la mujer de Apocalipsis 12:1

Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.

Cocina en Umbe, donde se hallaba Felisa Sistiaga en la
primera aparición

Siguiente aparición de un ángel junto al manzano en 1950

La siguiente aparición fue nueve años más tarde, como lo relata el diario de Felisa:

Nueve años después  de  la  primera  aparición , (25/03/1941) vi a un Ángel junto a la casa, sobre la rama de un manzano.
Vestía túnica blanca, Alas azules. Cordón en la cintura azul. Pelo corto rizado hacia atrás, color castaño. Ojos castaños. Pies desnudos con un punto luminoso en ambos.

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