Apariciones de la Virgen de Umbe - 1970

3 de enero de 1970, sábado

Día, en que salimos definitivamente de la casa

Tomado del Diario de Felisa

(El 23 de mayo de 1969, la Virgen había dicho:  "Yo os he ayudado mucho. Estáis en mi casa y quiero que me la dejéis." Desde entonces la llamamos "Casa de la Virgen".)

Eran las 4:20 de la tarde, cuando el párroco encendió las velas traídas del cielo, como ordenó el Ángel. Rezamos un Rosario y casi al final apareció la Virgen que no dijo nada.

Nosotros nos quedamos toda la noche adorando las velas y rezando. A la 1 de la madrugada vino de nuevo la Virgen. Al pasar apagó una vela. Veinte minutos después la enc endimos de nuevo y empezaron a c onsumirse muy rápidamente. Una vela se consumió más rápida. Y parece que esperó a la otra, pues estuvo en agonía unas 3 horas, mientras que la otra se apagó nada más llegar al suelo.

Desde las 3 de la madrugada hasta las 7, se oyeron 3 campanadas y en este intervalo de tiempo vimos además, como 15 veces, una luminosidad que se movía junto con voces y pasos, que cesaron a las 7 cuando de nuevo vi a la Virgen pasar con el Ángel, de la mano que salía por la cocina. Estuvimos hasta la 1.

Mi marido vio la sombra de la Virgen en su primera aparición, antes de finalizar el primer Rosario.

12 de febrero de 1970, jueves

A las 16:30 h.

Tomado del Diario de Felisa

Vi desde fuera que en la habitación había un resplandor. Entré dentro y vi a la Virgen con una vela encendida a sus pies. Esta vela la trajo Ella. Me puse de rodillas junto a Ella y le dije: ¡Ave María Purísima! A mí no me creen todo esto ¿Quieres algo más?

«Ya se cumplirá todo lo que te he dicho y tú cuéntaselo todo, a quien quieras»

17 de marzo de 1970, martes

Tomado del Diario de Felisa

Iba por la carretera donde mi marido había salido por la mañana, cuando pasé por el pozo. Un Ángel bajó del cielo. Le dije: Bendito al que viene en nombre del Señor. Di si la Virgen quiere algo más de mí. «Ahora estamos en los días en el que la Virgen se ofreció a que la crucificasen antes que a su Hijo. Y tú también ofrécete por Ella. Di todo a todo el mundo. De un momento a otro tendréis un disgusto de sorpresa»

Dicho esto se fue derecho al cielo. Sus pies quedaron nuevamente marcados en la tierra.

El disgusto de sorpresa llegó a los dos días.

Las huellas que dejó el Ángel en esta ocasión tenían el talón estrecho en comparación con el empeine y el puente muy pronunciado, es de notar que en la base de talón había unas rayitas muy finas.

(El disgusto de sorpresa se refiere a la desaparición del novio de Inés, hija de Felisa, cuatro años más tarde fue hallado el cadaver)

El 4 de Abril de 1970

«Dile que no llore, que no quiero que llore» (Por Inés la novia)

El 11 de Abril de 1970

«Ya tendréis Felicidad»

El 20 de Abril de 1970

«Ha sido por malos consejos, que no llore, que ya tendrá felicidad»

El 1 de Mayo de 1970

«Lo que yo te he prometido se cumplirá y ayudadme»

El 5 o 12 de Mayo de 1970

«Ha sido una mano negra. No estéis tristes. Ya tendréis felicidad»

23 de mayo de 1970, sábado

Tomado del Diario de Felisa

A las 8 y cuarto de la tarde, se apareció la Virgen en la habitación, le dije: «Ave María Purísima» . Nosotros queremos que se cumplan nuestros deseos.

Ella dijo:

«Como vosotros habéis cumplido mis deseos, Yo cumpliré los vuestros. La próxima vez que vengas, entra con el que posea la llave»

Nota.- Una vez abandonada la casa tuvimos que entrar por la ventana porque la Caja de Ahorros no nos dio la llave.

27 de marzo de 1970

Viernes Santo, 18:30 h.

Tomado del Diario de Felisa

En la habitación rezamos un Rosario. Se apareció la Virgen. Le saludé de rodillas diciendo: «Ave María Purísima» Di dos besos en el manto, diciéndole si quería que hiciera algo más y me dijo:

«Vengo con el mensaje para la paz del mundo»

Los demás cantaban y rezaban. La Virgen nos estuvo mirando unos 10 minutos.

27 de junio de 1969, sábado

Tomado del Diario de Felisa

Este día entramos por primera vez con la llave que guardaba el inquilino Paco. Vinieron además el vecino Beni y mi marido.

Antes de llegar vi que la Señora venía con cosas blancas en las manos. Ellos no la vieron. Pasamos dentro y estaba allí en el sitio donde la vi por primera vez. A sus pies estaban 3 palomas que la miraban muy quietas, que no se movían ni se asustaban.

Después de 20 minutos la Virgen se fue. Las palomas dos horas después aún continuaban en la misma postura. La Señora también les miró muy atenta.

Mi marido en un instante vio la cara de la Virgen.

El domingo siguiente, al entrar la familia en la casa bajaron las palomas del tejado y fueron al mismo lugar dentro de la casa donde rezan dos o tres rosarios.

Quedaron allí las palomas sin apenas moverse, con la mis ma actitud de respeto y mirando hacia donde estuvo la aparición del 27 de junio.

14 de julio de 1970, martes

Tomado del Diario de Felisa

Mientras rezábamos el rosario se me presentó la Virgen, le dije:

¡Dios te salve María! Me contestó: «Cumplid mi deseo en la tierra, que haré el vuestro en el Cielo. Yo os quitaré las lágrimas»

31 de julio de 1970, martes

Festividad de San Ignacio de Loyola

Tomado del Diario de Felisa

Le dije a la Virgen: ¡Dios te Salve María! Dime que más debo hacer.

«Yo cumplo lo que digo (prometo), tres ya se han curado, y el agua seguirá curando, decid esto, que Yo os libraré de todo»

9 de agosto de 1970, domingo

A las 22:00 h.

Tomado del Diario de Felisa

Esté día es muy significativo, pues se conmemora la visión prometida a mi familia y que la vimos efectivamente. Consistió en grandes resplandores que iluminaron toda la zona del Pozo y hasta los más altos árboles, y en la audición de un sublime coro Angélico que entonaban maravillosas ca nciones. Este año estuvimos a la misma hora concertada el anterior año a las 10 de la noche. Vino el Ángel. Esta vez no vieron los resplandores, pero divisaron un punto blanco, una pequeña luz y el acompañamiento de voces Angélicas.

Me acerqué y le dije: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Entre otras cosas me dijo, que barriese la casa todos los sábados, y entrara en ella descalza. Me confirmó que había más curados, que seguirá curando el agua y que lo divulgara.

Testigos.- Bonifacio, Felisa, Inés, Tomás, y Angelita.

Tomás Artaza al salir de la casa presenció el primero de los fenómenos que los demás vieron y oyeron también.

22 de agosto de 1970, sábado

Tomado del Diario de Felisa

Llegamos a las 7 de la tarde y me puse a barrer la casa, como me ordenó el Ángel el domingo anterior. Vi a la Virgen en la habitación, le dije: ¡Ave María Purísima!, ¿Qué más deseas de mí?

Me dijo:

«Ven a barrer todos los sábados hasta que Yo te diga, que

las estrellas han llegado a tus manos

»

Entré por la ventana éste día porque no quisieron cederme la llave. Mi marido mientras yo barría la casa, mirando hacia el interior através de la persiana , vi oscurecerse 3 veces el interior.

Nota.- Después de esta aparición, vino dos veces más el 29/8/70 y el 5/9/70 en las que afirmó la Virgen que «Pronto entrarán por la puerta».

12 de septiembre de 1970, sábado

Santísimo Nombre de María

Tomado del Diario de Felisa

Eran las cinco de la tarde. Nuevamente vino la Virgen a la habitación, le dije: ¡Ave María Purísima! ¿Quieres algo más? Me dijo:

«Hoy no barras la casa, ven a barrerla hoy en quince.

Los que hoy os contradicen se convertirán. Mi deseo es traer la paz al Mundo»

26 de septiembre de 1970, sábado

A las 17:30 h.

Tomado del Diario de Felisa

Mientras barría la casa, mi marido se quedó a fuera. Se me apareció la Virgen en la sala de entrada.

De la impresión dejé caer la escoba, le dije: ¡Ave María Purísima! ¿Quieres algo más de mí? Me dijo:

«¿Estas conforme para tomar la sangre de mi Hijo?»

Yo le dije, sí con mucha fe, añadí.

Ella tenía un cáliz dorado con una cruz en medio, muy pequeña, y me lo dio de beber. Luego me dijo:

«Vete fuera, trae el libro y el Rosario que tienes»

Fuera dejamos siempre los bolsos sobre un banco de piedra y añadió:

«Y que entren contigo todos los demás»

Cuando entraron me dijo:

«Yo bajo del Cielo porque deseo la paz del mundo. ¿Estáis conformes en sufrir por la paz del Mundo?»

Yo le dije que sí, que haríamos todo lo que nos mandase. Me dijo:

«Tenéis que cumplir lo que yo os digo, tú y tu marido, Inés y tu hijo político Tomás. No os desaniméis por nada. Sufriréis, pero la vida no os será angustiosa, ya tendréis alegría. El agua seguirá curando. Aquí quiero mi capilla»

Me dijo: «Dame el libro»

Se lo acerqué, y se abrió al momento, de manera que todas las hojas quedaron sueltas, abriéndose del todo, sobre la página donde habla Jesús lo siguiente:

«Ya sabes que yo bajé del Cielo, nací en Belén y morí en el Calvario, pero resucité a los tres días y ahora estoy vivo en el Cielo, donde subí y en donde te espero ¿Vendrás conmigo? Hay muchos hombres malos que no me aman y me insultan, que cometen otros muchos pecados, por lo menos tú procura ser bueno. No te juntes con malas compañías y sé devoto de la Eucaristía y de mí Madre»

Después me dijo la Virgen:

«Dame el Rosario que te lo voy a convertir»

Se lo ofrecía al principio ofreciéndoselo de cualquier forma, pero Ella me indicó que se lo presentara cogido por la Cruz. En ese momento lo cogió y lo encerró en la mano, ( en ese momento mi familia, no vio el Rosario) que descendió lentamente sobre el papel de mi mano izquierda en el que lo guardaba. Se iluminó muchísimo, tanto que parecía de oro.

«Así era mi primer Rosario»

Se quedó en su color natural de madera, desapareciendo el color negro, y el brillo de sus eslabones, que eran de color oro, quedó completamente mate, color rojizo. Desde aquel momento quedó impregnado de un maravilloso olor muy seco y fuerte que en días en más fuerte e intenso. Después la Virgen me dijo:

«Reza el Rosario pero no con este, ni utilices el libro»

Después de terminado salió por la puerta y se fue.

Al salir da unos pasos muy pequeños, una vez fuera toma un impulso y se eleva suavemente, hasta llegar al círculo abierto en el Cielo, y una vez allí todo desaparece.

La visión de hoy ha durado aproximadamente una hora. En esta ocasión oyeron como nunca, casi todo lo que hablé con Ella.

3 de octubre de 1970, sábado

A las 17:30 h.

Tomado del Diario de Felisa

Después de barrer la casa entraron todos. Mi hija me dijo; Ama vete, que ya ha venido.

Le dije: ¿Cómo sabes?

Por el perfume y algo especial que siento, respondió, y así era. Ella estaba allí donde siempre. Le dije:

¡Ave María Purísima! ¿Quieres algo más de mí?

Haré todo lo que me mandes. Ella me dijo:

«¿Quieres tomar la Eucaristía, por la paz del Mundo?»

Yo le dije, sí, con mucha fe. La cogió del cáliz y me la puso sobre la lengua, se la mostré a todos, que la vieron muy blanca y reluciente. Se derritió en pocos instantes. El cáliz el mismo del anterior sábado. Me dijo:

«Sufriréis por la paz del Mundo, pero recibiréis la gracia de Dios. Ven el día 15»

Le dije: ¿Harás este día algo para que vean los demás?

Ella me dijo:

«El agua seguirá curando. Vosotros decid esto. Rezad mucho para que se conviertan, dando gracias a Dios se alumbraran muchos corazones de enfermos»

15 de octubre de 1970, jueves

A las 19:00 h.

Tomado del Diario de Felisa

Este día, nada más atravesar la puerta de la finca se colocaron dos focos a la izquierda de la furgoneta que no llevaba. Nos siguieron hasta llegar al Pozo. Una vez allí desaparecieron.

En ese momento, (a esa hora) se presentó la Virgen, le dije: ¡Ave María Purísima! Por Dios, Virgen Dolorosa, dime ¿Qué más puedo hacer? Me dijo:

«Ven el día 30»

Le pedí: Haz algo para que vean los demás, me dijo:

«Que vengan los enfermos, se seguirán curando»

30 de octubre de 1970, viernes

Tomado del Diario de Felisa

Eran las 4 de la tarde. Se me presentó la Virgen, yo le dije:

¡Virgen Santa! ¿Por qué no haces algo para que vean los demás? Contestó: «Hoy verán la luz»

Los que estuvieron conmigo, familiares y algunos vecinos la vieron.

Después rezamos el Rosario junto a Ella. Rezaba con nosotros, no pasaba las cuentas, las pasaba de 10 en 10. Nos miraba atenta y sonriente. Cuando lo terminamos me dijo:

«Diles si quieren repetir las palabras que vamos a decir tú y Yo», Se los dije y contestaron que sí. Las palabras fueron estas:

«Yo nací en la tierra y estoy en el Cielo, donde os espero. Para la paz del Mundo y tranquilidad de los pueblos, y siempre reinará el Señor. El agua seguirá curando»

Una vez dichas estas palabras, los presentes pidieron su bendición.

Ella me dijo:

«Ya están bendecidos. Ven cuando quieras que yo te espero. No dejéis de venir por nada. El agua seguirá curando»

Yo le di las gracias y se fue.

8 de noviembre de 1970, domingo

Tomado del Diario de Felisa

Eran las cinco de la tarde. Se me apareció la Virgen. Le dije: ¡Ave María Purísima! ¿Quieres algo más de mí? Me dijo:

«De los cuatro enfermos que vienen contigo, uno va curado. Cada vez acudirán más. Y acompáñame, que los cañones se retirarán y

se hará la paz del Mundo.

Los que están contradiciendo todavía rezarán junto a Mí. Ven cuando quieras que te espero»

19 de noviembre de 1970, jueves

A las 16:30 h.

Tomado del Diario de Felisa

Vino otro Ángel. Le dije: ¿Quieres que yo haga algo más? Me contestó:

«Yo soy el Ángel de la guarda. Quien me envía es Dios. Dile al párroco que ya posee pruebas claras y que resuelva, que él es quien tiene recibido presente el hecho de Dios»

Este Ángel viste túnica blanca, cordón azul por la cintura. El calzado es dorado y da luz a todo el cuerpo. Lleva los talones descubiertos. La corona dorada y llena de estrellas.

El pelo rubio le llega hasta la espalda. Las alas son blancas.

28 de noviembre de 1970, sábado

A las 16:30 h.

Tomado del Diario de Felisa

Bajó la Virgen y me dijo:

«Dile al párroco de mi parte que él ya sabe quién está curada, que lo diga.

Vosotros después que lo divulguéis, decid quienes son los otros curados. El agua seguirá curando como hasta ahora. Dios quiere que vengas aquí, que yo te espero»

Yo le di las gracias y se fue.

8 de diciembre de 1970, martes

Festividad de la Inmaculada Concepción

Tomado del Diario de Felisa

A las 12:30 horas se me presentó la Virgen. Le dije:

«Señora estamos conforme para sufrir si es para bien suyo» Ella contestó:

«

Dónde Yo piso es firme. No perdáis la firmeza. Estad alegres, que Dios os acompaña en vuestros pasos

»

16 de diciembre de 1970, miércoles

Tomado del Diario de Felisa

«Para salvar almas, el Señor quiere que haya más fe en el mundo. Si hacen lo que Yo os digo, se salvarán y tendrán paz. Quiero aquí una capilla. Las guerras terminarán. Pero si no dejan de ofender a Dios, comenzarán, a no tardar mucho, otras peores. Vosotros rezad el Rosario todos los días para la conversión de los pecadores. El agua seguirá curando»

Eran las 5 de la tarde. Reprendió al párroco. (Entiendo para que resuelva que ya tiene suficientes pruebas de la veracidad.) Ella rezó con nosotros.

Las cuentas se deslizan en sus manos de 10 en 10. Al finalizar el Rosario, por mandato suyo, besé su Rosario y Ella se fue.

24 de diciembre de 1970, jueves. Infierno para los sacerdotes que dan la espalda al Señor.

A las 16:00 horas 

Tomado del Diario de Felisa

La Virgen rezó con nosotros el Rosario. Al final me indicó con su mano derecha su izquierda. Me enseñó el Infierno, q ue es terriblemente horroroso. Yo fuera de mí le dije ¡Eso no! que hacemos todo lo que podemos.

Al pronunciar estas palabras, dicen que agarré mi cabeza con ambas manos, y me clavé de rodillas frente a la Virgen toda espantada.

Ella me dijo: «No es para vosotros» y gritando yo pregunté:

¿Entonces para quién?

«Para sacerdotes que dan la espalda al Señor, que se pongan suplicantes de misericordia al Reino de Dios. Si no el Señor no bajará a su cáliz. ¡Qué catástrofes conmueven! Si no se cumple esto, serán condenados al infierno»

Señora qué es catástrofe: «Derrumbamiento» respondió.

Tras la visión del infierno la Virgen Me dijo:

«Los enfermos curados hagan justicia al favor que han recibido. Si no, tendrán el castigo merecido»

Me dijo después:

«Vosotros seguid como hasta ahora. Ven cuando quieras»

Y se fue.

(Felisa Sistiaga y su familia vienen desde Getxo que está a 14 kilómetros de Umbe, muchas veces andando)


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